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Descubre Cala Blanca, una playa en Jávea perfecta para relajarse en un paisaje de ensueño.

Cala Blanca se encuentra en Jávea y está formada por dos calas contiguas, unidas a través del litoral. La playa es de grava y bolos y el nombre de Cala Blanca proviene del color blanquecino de las rocas de los acantilados. De hecho, uno de los mayores atractivos de la zona es poder observar el paisaje de blancos acantilados de Jávea, ¡es una maravilla!

La primera caleta es un espacio rústico situado al final de la Avenida Ultramar. Si te preguntas cómo llegar a Cala Blanca en Jávea puedes coger el coche para acercarte y realizar un último tramo de unos 100 metros a pie. Tiene una longitud aproximada de 80 metros y desde ella podrás acceder al mirador de Cala Blanca.

La segunda caleta del lugar es un poco más pequeña, de 40 metros de extensión, y combina grava, bolos y roca. Su brazo de piedra tosca que sale hacia el mar, a modo de barrera, es muy característico y permite que el oleaje sea tranquilo y las aguas cristalinas. Para llegar a la segunda caleta debes pasar por la primera o acceder desde el Mirador de les Caletes por unas escaleras. En el conjunto de Cala Blanca el nivel de ocupación es medio, no masivo, así que puedes relajarte al sol. ¡Es un planazo!

En esta playa semiurbana tienes varios servicios como un parking, parada de autobús, paseo marítimo y boyas de fondeo. Es un lugar recomendado para practicar esnórquel y observar el fondo marino en toda su riqueza. Jávea es muy popular como lugar de veraneo; apuesta por ella y visita Cala Blanca para pasar un día ideal frente al mar.

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