Castelló/Castellón

La provincia de Castellón nos ofrece en cada uno de sus rincones una combinación maravillosa entre interior y costa, así como con sus pueblos y ciudades. Su patrimonio histórico de primer nivel y sus espectaculares playas convierten a Castellón en un destino único e inolvidable. 

Adentrarnos en su costa nos llevará a descubrir infinitas playas de arena fina bañadas por las agradables aguas cristalinas del Mediterráneo. Calas en las que perderse y rodearse de una naturaleza salvaje y cautivadora. 

Pero si lo que buscamos es sentirnos parte de su naturaleza, Castellón también puede ofrecernos un ecosistema único, como el del Parque Natural y Reserva Marina de las Islas Columbretes. Se trata de uno de los espacios insulares con mayor interés ecológico del Mediterráneo. Está formado por un conjunto de islotes de origen volcánico reunidos entre sí en cuatro grupos, que representan el mejor ejemplo de vulcanismo de nuestra tierra.

El contraste de sus paisajes es una de las características que más sorprende al viajero cuando conoce Castellón ya que, a pesar de ser una provincia costera, es la segunda más montañosa de España. Un ejemplo de ello lo encontramos en el majestuoso monte Penyagolosa que, con sus más de 1.800 metros de altura, se ha convertido en uno de los picos más altos de la Comunitat Valenciana.

Eso sí, visitar Castellón también implica descubrir cada uno de los pueblos y ciudades que forman su encantador interior. Muchos de ellos son verdaderos tesoros medievales en los que te sentirás como en casa desde el primer momento. Sus costumbres y su manera de vivir han perdurado en el tiempo y hoy nos ofrecen una visión más auténtica de la vida.

Y un viaje no es un viaje si no te empapas de la cultura y la gastronomía de sus tierras. La variedad de sus arroces, la frescura de su pescado de la lonja, la autenticidad de sus embutidos y dulces y su histórica tradición culinaria dan lugar a platos tan sabrosos como el rossejat, la olla de la Plana o el emblemático tombet.

La autenticidad de los productos de su huerta también es una seña de distinción de la provincia de Castellón. La exquisitez de sus naranjas, de sus alcachofas o de su aceite cuentan con el reconocimiento de Denominación de Origen. 

Por otra parte, el legado histórico de cada uno de sus municipios representa la riqueza de su cultura, única por su variedad en contrastes. Desde sus orígenes, por sus territorios han pasado numerosas civilizaciones que han dejado huella y han determinado el transcurso de su historia.

Desde las pinturas rupestres de Arte Levantino, que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad, hasta las imponentes iglesias cristianas pasando por íberos, griegos, fenicios, romanos y musulmanes, el resultado no podía ser otro que un conjunto arquitectónico y cultural valiosísimo. 

Tras descubrir la belleza de sus paisajes, de su cultura, de sus contrastes y de sus gentes, no nos cabe la menor duda de que Castellón es un destino inigualable en el que perderse y dejarse llevar.