El clima, la gente, sus playas… La Costa Blanca es el lugar ideal para desconectar y sentir el Mediterráneo en toda su esencia. Hay mucho que recorrer, descubrir y explorar en Alicante. La isla de Tabarca es uno de esos destinos donde podrás viajar hasta un rincón singular y lleno de encanto sin salir de la Comunitat Valenciana.
Con tan solo 2 kilómetros de longitud, la isla de Tabarca se ha convertido en una parada obligatoria si recorres la Costa Blanca. Se encuentra a tan solo tres millas al sureste de Santa Pola. Por eso, desde ahí parten embarcaciones durante todo el año hacia la isla, que fue declarada conjunto histórico nacional en 1964.
Si quieres recorrer Tabarca, existe una ruta que bordea toda la isla y que te permite contemplar todo el paisaje litoral, su flora y su fauna, así como descubrir sus fondos marinos.
La isla de Tabarca es un lugar donde puedes practicar actividades como el snorkel y sumergirte en sus aguas cristalinas para asombrarte con todo lo que se esconde bajo el mar. Y es que el fondo de la isla fue declarado como Reserva Marina en 1986.
Además, si quieres descansar y disfrutar, podrás hacerlo en la playa de Tabarca. Es una pequeña playa de arena gruesa y de canto rodado cuyo mayor atractivo reside en la calidad y transparencia de sus aguas. Todo un paraíso en el Mediterráneo.
Si visitas Alicante, tienes que disfrutar de esta isla, un lugar donde la historia y las leyendas están muy presentes en cada uno de sus rincones.