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Disfruta de una visita llena de cultura en la Torre de San Vicente de Benicasim y viaja en el tiempo a través de sus historias bélicas.

La costa de Castellón guarda rincones con mucha historia, y la pintoresca Torre de San Vicente es uno de ellos. Fue construida entre 1597 y 1599, siendo una fortificación renacentista muy importante para el sistema de defensa que resguardaba la Olla de Benicasim. Por ello, presenció batallas contra los corsarios y piratas berberiscos, enfrentándose a sus desembarcos.

Pero la Torre de San Vicente no fue únicamente un bastión militar, sino que también se convirtió en la clave para repoblar la villa, que se encontraba sumida en la inseguridad que causaban los ataques piratas. Por lo que, cuando se construyó, ayudó a allanar el camino para la Carta de Población de 1603, también llamada Carta Puebla, marcando el renacer de la localidad. De hecho, la Torre de San Vicente fue custodiada por un grupo de 5 hombres armados (un alcaide, dos soldados torreros y dos atajadores) que contaban con cañones y armas de fuego para su defensa.

Aunque el tiempo y las reformas han influido en su arquitectura, La Torre de San Vicente aún conserva elementos distintivos de su pasado renacentista, como su planta cuadrada, casi cúbica, sus taludes exteriores, las cañoneras y las torrecillas. A pesar de las transformaciones, la Torre de San Vicente mantiene viva su historia.

Pero, no te desvelamos más, ¡mejor ven a visitarla tú mismo!

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