Vallibona
Galería Multimedia
Galería Multimedia
En la parte alta de Castellón y enclavado en la comarca de Els Ports, se encuentra Vallibona, un pueblo que desprende encanto medieval y posee una belleza incomparable. Sus calles estrechas y laberínticas te recordarán a las de un poblado musulmán, y así lo confirman sus orígenes.
Qué ver en Vallibona
Popularmente se cree que significa valle bueno, por su disposición y localización, pero también puede interpretarse como valle de los ibones. Los ibones son pequeños lagos de montaña de origen glaciar, y este destino cuenta con varias lagunas y charcas a su paso. Además, se encuentra rodeado por el río Cérvol.
Su casco antiguo despierta interés, ya que presume de un gran interés cultural. Paseando por sus calles encontrarás un edificio que despunta entre el resto, el campanario mudéjar. Se trata de una de las tres torres de defensa con las que contaba la población.
El ayuntamiento, por su parte, es considerado de interés arquitectónico y, en sus bajos, acoge la antigua cárcel medieval. Aunque se conservan los cerrojos de las puertas de las tres celdas, la cárcel ha sido restaurada y actualmente alberga el Museo del Carbón. Y es que la fabricación del carbón vegetal fue, hasta época reciente, fundamental en la economía de Vallibona.
En Vallibona también hay espacio para el culto religioso. Encontramos varios templos religiosos, como la iglesia de la Asunción, declarada Bien de Interés Cultural, con un interior barroco; la ermita de Santa Águeda, de estilo románico y situada en la sierra, y la ermita de Santo Domingo. La joya con un encanto especial que se esconde entre las calles es el porche de la iglesia, una especie de túnel que conecta las dos entradas al recinto eclesiástico con un techo de madera.
Vallibona posee un atractivo natural del que no podemos olvidarnos. Situada en los límites del Parque Natural de la Tinença de Benifassà, cuenta con varias rutas senderistas para descubrir su riqueza paisajística. Pero eso no es todo, la Microrreserva Cresta de Turmell se sitúa entre los términos de Vallibona y Xert y, en ella, podemos encontrar peñones y granizares calcáreos, pinares negrales y carrascales subhúmedos.
Visitar Vallibona es realizar un viaje al pasado medieval y revivir el día a día de sus habitantes. Su singularidad ha contribuido a sobrevivir a los tiempos modernos en los que vivimos. Te invitamos a adentrarte en sus calles y descubrir todo su encanto.