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Arzobispo Don Jose Domingo Costa y Borras, hijo predilecto de Vinaròs (1805-1864).


Insigne Vinarocense que alcanzo el obispado de Barcelona en 1850 a petición de la reina Isabel II.


La Estatua original en bronce fue destruida y sustituida después de la guerra civil por esta solemne y realista esbozando una actitud de bendición con vestiduras talares. Ocupando siempre un lugar destacado frente al mar, sobre una escalinata de cuatro ángulos.


Es a este al que el pueblo de Vinaròs le debe la construcción de su puerto, considerado estratégico en el comercio marítimo de la época. Era un espacio de intercambio de mercancías y centro de negocio ideado por este arzobispo del cual surgió una gran época de prosperidad y bonanza con las importaciones y exportaciones de vino, sal, madera, trigo, harina, cacao, esparto y lana.


9 febrero de 1866 se colocó la primera piedra e inaugurado 1875 nada que ver con el de ahora.