Benidorm, una ciudad de contrastes que mira al Mediterráneo
Publicado el 05/01/2024
Exprime cada instante en Benidorm, un lugar que no se detiene, que se disfruta y que se siente. Hay muchas palabras que podrían definir este destino: felicidad, calma, diversión... ¿Vas a dejar que te lo cuenten?
La ciudad vertical, donde el sol reina más de 200 días al año, un destino multicultural, con ambiente y, también, un rincón para la paz y la tranquilidad. Benidorm es turismo, tradición, cultura y paisajes de ensueño. Solo hay que adentrarse, dejarse llevar y disfrutar de la esencia de la Marina Baixa.
Sumérgete en el corazón de Benidorm para conocer de cerca su pasado, su historia de familias pescadoras y de ese cariño por el Mediterráneo que ha ido pasando de generación en generación. Recorre sus calles y transpórtate a tiempos anteriores, esos que, hoy en día, siguen más vivos que nunca.
Y sí, la ciudad de los rascacielos también es famosa por sus playas, como las de Levante y Poniente. Pero todavía hay más. Quién nos iba a decir que detrás del bullicio de la ciudad, de sus zonas de ocio y de un bonito paseo marítimo se esconden lugares que son auténticos paraísos.
Conoce Benidorm de cerca, recorre de arriba abajo todo su entorno y descubre calas tan naturales como la Cala del Tío Ximo y la Cala Almadrava, el edén para los amantes del buceo. Aguas cristalinas, tranquilidad y libertad. ¿Qué más se puede pedir?
No todo termina aquí, Benidorm es capaz de asombrarnos con preciosos escondrijos como la Cala de Mal Pas. Un oasis en el que sentir el Mediterráneo en estado puro y con unas vistas… ¡Es mejor que vengas para que lo entiendas!
La isla de Benidorm luce frente a su costa convertida en todo un símbolo de la localidad. Aquí se esconden grandes tesoros históricos y culturales, pero también en su fondo marino. Amantes del submarinismo, este islote os llama para que empecéis vuestra gran aventura.
Y cuando creías que no había nada más que pudiera sorprenderte, llega la hora mágica. Ese instante que encandila, que si parpadeas te puedes perder su gran espectáculo de luces y colores. Desde el Balcón del Mediterráneo todo se ve de otra forma, el sol se esconde para dar paso a los tonos rojizos sobre el mar. Reflejos inolvidables y un momento para sentir la brisa erizando tu piel.
Benidorm es la ciudad que no duerme, pero también un rincón para sentir la esencia del Mediterráneo, para degustar lo mejor de su gastronomía y para descubrir lugares que no habías imaginado. ¿Te vienes?