Pueblos con encanto en Castellón para perderse en otoño e invierno

La riqueza de la Comunitat Valenciana reside en su cultura, en sus paisajes, en su historia, en su gastronomía, en sus tradiciones, en su diversidad… Es por eso que cada uno de sus territorios cuenta con unas peculiaridades tan sorprendentes como valoradas en toda la región. 

Hoy viajamos hasta la provincia de Castellón, conocida como “el techo de la Comunitat Valenciana”. Y es que, además de contar con una costa extraordinaria, es la segunda provincia más montañosa de toda España, ya que en ella se encuentra el pico de Penyagolosa, con una altura de más de 1.800 metros. Gracias a esta diversidad de paisajes y de opciones, Castellón se ha convertido en uno de los destinos más visitados y apreciados del país. ¡Vamos a conocerlo!

Un interior que inspira

A lo largo y ancho de la provincia es posible descubrir tantos pueblos acogedores como ciudades cautivadoras. El interior de Castellón se caracteriza por su encanto infinito, por el arraigo de sus tradiciones y por el respeto hacia la naturaleza. Una naturaleza que merece ser explorada, valorada y, sobre todo, apreciada. 

Si comenzáis esta aventura por el norte de su interior, pronto entenderéis por qué es conocido por ser uno de los lugares más bonitos de España. La comarca de Els Ports y Morella, uno de los tesoros de Castellón, os adentrará en la parte más histórica, cultural y medieval de la provincia. 

Visitar la comarca de l’Alt Maestrat supondrá todo un regalo para los cinco sentidos. Aromas, sabores y sensaciones tan familiares que os transportarán en el tiempo y en el espacio. Os invitamos a que recorráis con calma los pueblos de Catí, Ares del Maestrat, Culla y Benassal. Que os adentréis en sus callejuelas, que descubráis la cercanía de sus gentes y que saboreéis la magia de estos lugares tan especiales. 

Si continuáis el viaje hacia el sur de la provincia, pronto hallaréis territorios marcados por el paisaje mediterráneo como Vilafamés, bañados por las poderosas aguas del río Mijares como Montanejos o reconocidos por contar con grandes construcciones romanas como Bejís y su acueducto. Una vez aquí… sobran las palabras. 

Sumérgete en su costa

Además de desconectar, vivir aventuras increíbles y explorar la naturaleza más extraordinaria, en Castellón también es posible pasar de los más de 1.800 metros del Penyagolosa a los cero metros de su costa en cuestión de minutos. Un contraste que enamora y que, sin duda, nos permite experimentar sin límites durante todo el año.

La Costa de Azahar se extiende a lo largo de 120 kilómetros de maravillosas playas y calas. La mayoría de ellas cuentan con el reconocimiento de bandera azul, lo que garantiza la calidad de sus aguas y de sus servicios. Por su parte, el agradable y moderado clima de todos sus territorios costeros convierte a Castellón en un lugar idóneo para vivir una escapada otoñal e, incluso, invernal. ¿Qué más se puede pedir? 

Podéis comenzar esta aventura recorriendo algunas de las playas más emblemáticas de la provincia: Els Terrers en Benicasim, Morro de Gos en Oropesa del Mar o la playa del Norte en Peñíscola. Cada una de ellas cuenta con un encanto especial. Sin embargo, sus fondos marinos y sus paisajes de ensueño os permitirán vivir grandes aventuras incluso en invierno.

Eso sí, no podéis despediros de la costa castellonense sin visitar sus dos apreciados y extraordinarios parques naturales, el de la Sierra de Irta y el del Prat de Cabanes–Torreblanca, formado íntegramente por territorios de estos dos municipios. En ambos casos, descubriréis espacios litorales vírgenes de una belleza excepcional.
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