¿Imaginas ver un santuario empotrado en la concavidad de una inmensa mole de roca? Si visitas el monte Tossa, en la comarca de Els Ports, encontrarás el Santuario de la Mare de Déu de la Balma rodeado de un paisaje de inmensa belleza. Es un lugar sorprendente, enigmático e interesante.
Cuenta la leyenda que un pastor manco fue deslumbrado por un resplandor que provenía de la Madre de Dios, quien le indicó su voluntad de construir una ermita en la Balma. Así lo hizo el pastor y dejó de ser manco. Este lugar se convirtió en un punto de peregrinaje de toda la comarca y la ermita de la cueva pasó a ser un santuario colgado en la roca. Este lugar está envuelto de leyendas y tradiciones: un santuario digno de visitar por sus historias y por su arquitectura.
El santuario está enclavado en la roca, en un abrigo natural, y presenta una fachada con balcones, balaustres y muros de cañizo y cal. Visitarlo es sinónimo de quedarte sorprendido por su curiosa arquitectura. Y es que tiene un tramo largo de escaleras ascendentes que conducen a la gran casa hospedería. Esta cuenta con un restaurante abierto al público y está ubicado en la misma roca. Y, si seguimos la visita al santuario, en ambos lados de la puerta de acceso, encontraremos unas escaleras que conducen al piso superior donde se encuentra la llamada Sala de las Danzas.
Zorita del Maestrazgo es un destino muy extenso y montañoso, con grandes bosques de pinos y carrascas donde podrás recorrer cada centímetro para disfrutar de la naturaleza en estado puro. Por eso, visitar el Santuario de la Balma es una parada obligatoria en el trayecto para contemplar este bien de Interés Cultural y Monumento Histórico Artístico. Las vistas no defraudan y la historia que rodea a este lugar sorprenderá a mayores y a niños.