Castielfabib
Galería Multimedia
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El entorno rural que lo acoge dibuja un horizonte rodeado de naturaleza para disfrutar, sin prisas, de cada uno de sus rincones. Viaja con nosotros hasta Castielfabib y vive la magia de un destino que te invita a descubrir y desconectar.
Castielfabib late en el corazón del Rincón de Ademuz para sorprendernos con un escenario que desprende vida. Paisajes de postal, rutas fascinantes, patrimonio histórico y cultural o gastronomía exquisita llenarán tus días en este destino de planes inolvidables. Además del centro, también podrás perderte por las cinco aldeas que lo rodean y protegen: Cuesta del Rato, Mas de Jacinto, Mas de los Mudos, Los Santos y Arroyo Cerro. ¿Comenzamos el viaje?
Qué hacer en Castielfabib
Este destino es una excusa ideal para disfrutar del turismo rural. Nosotros te proponemos perderte en su naturaleza a través de rutas de senderismo que te llevarán hasta rincones repletos de encanto. Empezamos el recorrido adentrándonos en el Paraje Natural Municipal de la Muela de los Tres Reinos, el punto de encuentro entre la Comunitat Valenciana, Castilla-La Mancha y Aragón. Aquí podrás perderte en diferentes caminos que presumen de una belleza inconfundible y te dirigen hasta fuentes naturales, cuevas y vistas que te dejarán sin aliento.
Castielfabib se sitúa, además, a orillas del río Ebrón y seguir sus huellas es otro de los itinerarios que te invitamos a descubrir. El curso del agua hará las veces de guía para enamorarte con un entorno natural más que privilegiado. Durante este trayecto, totalmente señalizado, podrás conocer las Hoces del Ebrón, la central hidroeléctrica, las Cuevas de Hituelo o la Villa Vieja, entre otros rincones.
Las Lomas de Abril es la tercera de las rutas senderistas que te aconsejamos para conocer el patrimonio natural de Castielfabib. El bosque que pone fin a este destino es el recóndito lugar donde te espera un entorno lleno de tesoros. Barrancos, abrigos de pinturas rupestres, una antigua paridera, construcciones agropecuarias, un muro defensivo… Todo ello rodeado de una fauna y flora extraordinaria. ¿Qué más se puede pedir?
Más allá de la naturaleza, Castielfabib también presume de un rico patrimonio histórico y cultural. Recorrer sus estrechas y empinadas calles es toda una experiencia que nos regalará fotografías dignas de postal. Por ellas podremos subir hasta los puntos más altos de la localidad, la Torreta o la Torre del Hospital, y contemplar unas sobrecogedoras vistas panorámicas del Rincón de Ademuz.
Los vestigios medievales conquistan algunos puntos de Castielfabib, encerrados en su recinto amurallado. En este sitio podrás pasarlo en grande con una visita guiada que te desvelará los secretos de monumentos como la Casa de la Villa, la iglesia parroquial y el Castillo y Murallas. Este último se ubica en el cerro que domina el pueblo y sirvió, asimismo, de base y apoyo para hacer realidad la construcción de la imponente iglesia, propia del estilo gótico de la Reconquista.
Las huellas del pasado también están presentes en las ruinas del Convento de San Guillermo, separado del casco urbano por las aguas del Ebrón. Construido en el siglo XIV por los Agustinos, de este templo religioso tan solo se conservan algunos restos como su puerta herreriana. Otros indicios de la historia los podrás ver en sus yacimientos, en los que se encontraron, por ejemplo, restos de cerámica ibérica.
Cerramos nuestro recorrido por este destino poniéndole sabor a nuestro viaje. Si te preguntas qué comer en Castielfabib, te aconsejamos que le des un capricho a tu paladar con la gastronomía local y los platos más típicos. Algunos de ellos son las gachas, el potaje o el arroz empedrado, mientras que el toque dulce lo ponen productos como la manzana esperiega. ¡Disfruta, con calma, de un pueblo para vivir con los cinco sentidos!