Altea es un pequeño rincón con bellas cúpulas coronando el mar Mediterráneo. Situado en la Costa Blanca, concretamente en la comarca de la Marina Baixa, es uno de esos pueblos con encanto de Alicante que es difícil de olvidar.
La ciudad de Altea lleva a sus espaldas un legado de historia. Una villa por la que han pasado íberos, romanos y musulmanes. Si algo resalta son sus cúpulas azules que se alzan sobre la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo. Alrededor de la iglesia encontrarás un conjunto de casas blancas adornadas con alegres y coloridas flores que harán que disfrutes de tu paseo.
A lo largo de sus calles encontrarás fachadas intactas de época y plazas con un gran valor cultural. Aprovecha este recorrido para visitar las tiendas de artesanía de la zona, que son una verdadera delicia.
El azul del mar ilumina los más de seis kilómetros de costa de Altea. Una combinación de playas de canto rodado y pequeñas calas conforman la zona litoral. Entre ellas destacan la playa de La Olla, frente a la cual emerge un pequeño islote y cuenta con aguas de una temperatura agradable. Otra que es bastante famosa es la playa de La Roda, cerca del casco urbano y con una zona para los más pequeños. Altea también es ciudad de calas, entre las que puedes visitar la cala de Soio, cerca de un pintoresco puerto de embarcaciones.
Pero no nos podemos olvidar de su gastronomía. Entre sus platos típicos destacan los famosos arroces alicantinos, algunos preparados tradicionalmente en las barcas de pesca, como el caldero, el arroz a banda o la fideuà.Altea es una ciudad alegre y llena de vida, iluminada por el Mediterráneo. Un lugar que te conquistará por la belleza de su casco antiguo, por sus playas y por el paladar. Todo aquel que la visita promete volver. ¿Te vienes a dejarte conquistar?