La Costa Blanca tiene mucho que descubrirnos. Un lugar lleno de calma, donde la naturaleza y el Mediterráneo son los auténticos protagonistas. ¿Imaginas recorrer sus calas y acantilados? Todo empieza en Benissa, un municipio encantador, acogedor y lleno de personalidad. Este destino preserva su marcado carácter medieval y la belleza de sus playas, calas y paisajes que la envuelven.
Una forma de recorrer sus calas y acantilados es a través de la ruta ecológica que llega hasta Calp. El Paseo Ecológico de Benissa tiene cuatro kilómetros de un sendero que recorre todo el litoral, mediante el cual podrás conocer su historia, su vegetación y las curiosidades de la zona gracias a sus paneles informativos. Una ruta para realizar con toda la familia, incluso los más pequeños podrán disfrutar de este agradable paseo.
Sentir la brisa del mar y la calidez y contemplar unas vistas increíbles de la inmensidad del Mediterráneo. ¿Qué más se puede pedir?
A lo largo de esta ruta encontrarás lugares con un gran patrimonio natural. Una de las playas es la de la Fustera, una encantadora zona familiar donde podrás disfrutar de un buen chapuzón en sus aguas cristalinas. El itinerario sigue hasta alcanzar otra de sus pequeñas calas salvajes, la Cala dels Pinets. Aquí, como curiosidad, os podemos decir que en verano puedes realizar una excursión hasta llegar al Mar Morta i Roques Negres. Tiene un gran interés paisajístico y geológico, pero ¡no olvides tus escarpines!
A partir de aquí, el tramo de la ruta continúa por el interior hasta llegar a la siguiente cala. Todo el recorrido está señalizado para que sea muy fácil llegar. Otras de las calas que visitarás en este paseo ecológico son la Cala de la Llobella y la Platgeta de l’Advocat.
Si tienes niños o si quieres ir con tus amigos, tu familia o tú solo, no dudes en realizar este hermoso recorrido que te descubrirá algunas de las joyas más preciadas de la Costa Blanca.