El Real Monasterio de Santa Maria de la Valldigna es uno de los mejores ejemplos del patrimonio histórico de la Comunitat Valenciana. Si visitas Simat de la Valldigna tienes que hacerle un hueco en tu agenda a este monasterio y dedicarle una visita, ¡te dejará con la boca abierta!
La construcción religiosa se fundó a finales del siglo XIII por el rey de la Corona de Aragón, Jaume II. Su estilo en los inicios era gótico cisterciense, pero con el paso del tiempo ha ido añadiendo detalles de inspiración renacentista, barroca y neoclásica. El porqué es muy sencillo: este monasterio estuvo habitado hasta el siglo XIX y las reformas eran constantes. Además, sufrió dos terremotos (en los siglos XIV y XVII) que obligaron a reconstruir gran parte de las estancias. A día de hoy en el Real Monasterio de Santa Maria de la Valldigna se conservan elementos góticos, cistercienses y barrocos que puedes acercarte a admirar.
Dentro de la compleja estructura de este Monasterio de la Valldigna, que tiene varios edificios, hay 3 partes especialmente recomendables. La primera es la Sala Capitular. Diseñada por Pere Compte, esta sala destaca por su bóveda estrellada, que se ha reconstruido hace poco. En su decoración observarás símbolos de los evangelistas como el león, el toro, el águila y el ángel.
La Iglesia de Santa Maria de la Valldigna es una visita imprescindible. Admira de cerca su decoración barroca y ten en cuenta que es el edificio que mejor se conserva de todo el conjunto. Por último, el Claustro del Abad es una pieza estrella, de un gótico precioso.
El Monasterio de la Valldigna es un sitio vivo que a día de hoy sigue repleto de actividades para el turismo familiar. Encontrarás visitas guiadas y teatralizadas; se usa también como sede de catas gastronómicas, conciertos y conferencias. Acércate a Simat de la Valldigna y sumérgete en un viaje por la historia; te aseguramos que la experiencia vale la pena. Es el momento de poner en valor nuestro patrimonio.